Descripción
Por qué usar una esponja de konjac
Hechas a partir de la raíz de la planta milenaria del mismo nombre, las esponjas de konjac ofrecen, además de una limpieza suave y profunda, una alternativa natural perfecta a las esponjas sintéticas fabricadas a base de plásticos.
Las esponjas de konjac, están pensadas para aquellas personas que quieren, además de limpiar eficaz y suavemente su piel, una alternativa más sostenible, más natural y mucho más respetuosa con el medioambiente, que les permita prescindir de las esponjas de poliuretano y de su nefasto impacto medioambiental.
Son 100% naturales, biodegradables y compostables.
Si en tu estilo de vida ya no caben los plásticos, y quieres ofrecerle lo mejor a tu piel y a tu entorno, prueba las esponjas de konjac Banbu.
¡nunca volverás a usar otras!
Lo mejor de la esponja de konjac natural
Limpiará en profundidad tu piel con un suave efecto exfoliante, eliminado toda suciedad, impurezas y piel muerta de una forma muy delicada, aun cuando tu piel sea muy sensible, aportando a tu rostro mucha luz. Además, por las propiedades antibacterianas del Konjac, te ayudará a luchar contra las bacterias que provocan el acné.
El masaje que ofrece esta esponja favorece la circulación sanguínea y la regeneración natural de las células, ayudando a la piel a reestablecerse de las agresiones diarias, para que esté más sana y bonita.
Es perfecta para antes de irte a dormir, momento en el que cobra especial importancia una buena limpieza de la piel, para su correcta regeneración. Pero también la puedes usar por las mañanas antes de aplicarte tus cremas porque ayudará a que éstas penetren mejor y tengan mayor efecto.
¿Has tocado alguna vez una esponja konjac?, en seco es dura y áspera, pero al entrar en contacto con el agua, se vuelve blandita y muy suave. La primera vez, ¡te sorprenderá!
Cómo usar la esponja natural de konjac
Al ser un producto natural sin aditivos, las esponjas de Konjac necesitan unos mínimos cuidados para estar siempre perfectas y para que te duren más tiempo.
¡Nunca la uses en seco! Mientras está seca es dura y áspera, así que…
- Humedece la esponja, preferiblemente con agua templada, hasta que se empape y se vuelva blandita.
- Apriétala suavemente para que suelte el exceso de agua y ¡ya está lista para usar!
- Aunque no es necesario, puedes utilizarla junto a tu producto limpiador.
- Deslízala por toda la piel con movimientos circulares, dándote un suave masaje.
- Al finalizar, enjuaga bien la esponja para quitarle la suciedad que ha atrapado o el producto que le hayas añadido, y déjala secar.
- Lo más importante para su correcto mantenimiento es que, mientras no la uses, la esponja se mantenga seca. Por eso puedes colgarla por el hilo que trae en una zona ventilada y libre de humedad.
- Si quieres una desinfección profunda de la esponja, de vez en cuando, puedes sumergirla en agua hirviendo unos segundos.
Aunque es una esponja resistente, su duración dependerá directamente de sus cuidados, de la frecuencia de uso y del modo de utilización particular.
Si la mantienes limpia y seca cuando no la estés usando, ¡te durará bastante tiempo!